Los más moderados le acusaron de escribir sobre cosas sin interés, los críticos furibundos dijeron que su escritura era fea. Pero no, su escritura no era fea -a ratos, Salinas jugaba a ser poeta-, su problema fue tratar temas incómodos no solo para la dictadura, sino también para la dictablanda y la transición: la España pobre, la España analfabeta, la España más negra.
hace 9 años