En 1933, el hijo de un psiquiatra vive de cerca la manera con la que su padre analiza el caso de Aurora Rodríguez, personaje real que asesinó a su hija, a la que había criado con el fin de hacer de ella un prodigio, por desviarse del camino que le había trazado. Tras la guerra civil, el niño se convierte en médico y profundiza su formación en hospitales de Centroeuropa. A mediados de los años cincuenta, vuelve a España para trabajar en el pabellón de mujeres del manicomio de Ciempozuelos, donde identifica a una de esas internas como Aurora Rodríguez.
Al igual que en resto de sus “Episodios de una guerra interminable”, Almudena Grandes utiliza esta novela para reflejar una realidad de las muchas que vivieron en el franquismo, tan diferente en cada una de sus etapas. En esta obra, aborda lo que la autora califica como “la desesperanza” de la década de los cincuenta en la oposición al régimen. Frente a los años cuarenta, en los que se llegó a pensar que calmado el panorama internacional los Estados Unidos derrocarían a Franco al no tener sentido su régimen, y al declive evidente de la dictadura en los sesenta sobrellevado por la expansión de esa época, los años que siguieron al Plan Marshall propagaron el desánimo entre los demócratas al quedar claro que el régimen iba para largo.
A través de las historias de multitud de personajes que circulan en torno a la vida del protagonista, Grandes cuenta la realidad de una época y, en especial, la de la psiquiatría en tiempos de Franco. Las posturas médicas de dar por perdidos determinados casos, de renunciar a investigar por su recuperación y de tejer un velo sobre los enfermos.
Si bien las primeras cien páginas trazan la historia con la maestría de envolver al lector en medio de la atmósfera gris y sin esperanza de la época, manteniéndolo en vilo con la habilidad de la escritora para recrear situaciones, la novela pierde algo de ritmo conforme va a avanzando sin llegar a resultar en absoluto monótona o tediosa. Frente a “Los pacientes del doctor García”, donde la madrileña realizaba una incursión en la novela de espionaje perdiendo una parte de lo que el lector espera de Almudena Grandes, en esta quinta entrega de “Episodios de una guerra interminable”, las expectativas quedan cumplidas.
Tras ello, queda aguardar a “Mariano en el Bidasoa”, último de los seis títulos que Almudena Grandes anticipó hace ya una década en el marco de un proyecto literario que ha resultado colosal.
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hace 2 años
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