La libertad primera y última es considerado por muchos como el mejor libro de Krishnamurti. Aldous Huxley, en su esclarecedor prólogo, se pregunta: ¿qué es exactamente lo que nos propone el sabio hindú? Y la respuesta es que no se trata de un sistema de creencias, ni de un catálogo de dogmas, ni de un repertorio de ideas, ni de una clase de yoga; lo esencial es trascender los símbolos y alcanzar la libertad de cada instante. Esta libertad surge con la superación del ego, pero también de los «sistemas» de pensamiento organizado. Una y otra vez enseña Krishnamurti que la esperanza está en el interior de cada ser humano, no en los sistemas filosóficos ni en los credos religiosos, pues la verdad nunca puede ser la repetición de una doctrina. Es a través del conocimiento propio y de la libertad interior como se llega a la realidad. Lo que importa no son las ideas, sino la experiencia. En La libertad primera y última se expone una gran variedad de temas, como pueden ser el sufrimiento, el miedo, la sexualidad, la envidia, pero siempre alrededor de un hilo conductor que no es otro que la liberación más radical.