En enero del año 2002, Rory Stewart caminó a través de Afganistán sobreviviendo gracias a su ingenio, a su conocimiento de los dialectos persas y de las costumbres musulmanas, y a la amabilidad de gentes extrañas. Atravesó de día montañas cubiertas de un metro de nieve, caseríos incendiados y arrasados por los Talibanes, y comunidades florecientes en medio de los restos de civilizaciones medievales. Y de noche durmió en el suelo de los poblados, compartiendo la comida de sus habitantes y escuchando sus historias del pasado tanto antiguo como reciente. A lo largo del camino, Stewart se encontró con héroes y canallas, con ancianos de las tribus y con soldados adolescentes, con comandantes talibanes y con empleados de los programas de ayuda extranjera. También fue adoptado por un inesperado compañero, un mastín de pelea retirado al que le puso el nombre de Babor en honor del primer emperador de Afganistán bajo la India mogol, cuyas huellas iban siguiendo. Por medio de estos encuentros conmovedores, desconcertantes, sorprendentes y divertidos por turnos, Stewart convierte en tangibles las fuerzas de la tradición, la ideología y las lealtades que conforman la vida en los incontables parajes en el centro de Afganistán. II Premio de Literatura de Viajes Camino del Cid.