Entre el verano y el otoño de 1654 Blaise Pascal y Pierre de Fermat iniciaron una correspondencia en la que resolvieron algunos problemas sobre juegos de azar. Estas cartas se hicieron públicas en los círculos científicos de París, atrajeron la atención de otros matemáticos y supusieron el arranque de una serie de publicaciones muy importantes para la consolidación, entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, de la teoría de las probabilidades. El título de este libro es original de Pascal, pues cuando tuvo conciencia de que una nueva rama de la matemática estaba naciendo, en una época en la que “geometría” y “matemática” eran términos sinónimos, escribió lo siguiente: “juntando el rigor de las demostraciones de la ciencia con la incertidumbre del azar, y conciliando estas cosas en apariencia contrarias, puede, obteniendo su nombre de los dos, arrogarse el buen derecho de este título estupefaciente: La geometría del azar”.