En pleno invierno, en un parador de la ruta que lleva a las playas uruguayas, Arturo Balz recoge a una solitaria muchacha que se hace llamar Camboya. Ambos ignoran que arrastran los mismos secretos dejados por la dictadura militar argentina, hasta que una sorprendente duda de Camboya cambia para siempre sus destinos. La costa ciega muestra que el mundo se mueve por malentendidos y que la vida teje sus historias con finos silencios. Nos revela un universo compacto, cerrado, autónomo, en el que muchas cosas se cuentan con una precisión admirable.