Rodrigo Silva se ve obligado a asistir al ahorcamiento público de su padre por la pérdida de un galeón a manos de los piratas ingleses. Es una gran injusticia. Es falso. Y por ello jura vengarse. Pero el destino le tiene preparada una sorpresa. Tras formarse como cartógrafo en Sevilla, se convertirá en un maestro en el arte de navegar y trazar cartas náuticas, lo cual le llevará a formar parte de uno de los planes más ambiciosos de Felipe II: la conquista de China. Como emisario secreto del rey habrá de partir de inmediato e infiltrarse en el fabuloso reino oriental para estudiar la viabilidad de una colonia hispana en ese territorio, trazar con datos fiables las coordenadas del vasto país e informar de la actividad de un asentamiento jesuita que Roma oculta de manera misteriosa. Ahí sus conocimientos le abrirán muchas puertas, pero también le empujarán al borde de la muerte y le llevarán hasta la misma corte imperial en la Ciudad Prohibida. A lo largo de su trepidante peripecia, entre almirantes y corsarios, conjuras, virreyes y espías, nativos salvajes, clérigos fanáticos y misioneros bondadosos, descubrirá que no se puede confiar en cualquiera y que el amor sublime se encuentra donde menos se lo espera.