La historia de la humanidad se puede contemplar como una crónica del deseo. Desde Adán y Eva hasta Bernie Madoff, pasando por Anna Karenina y Cleopatra, la búsqueda del placer, sea cual sea la forma que adopte, es un impulso cuyo inmenso poder puede alterar el devenir de naciones y personas. Filósofos de todos los tiempos han intentado analizar y entender esta realidad básica de nuestra experiencia, pero su estudio empírico solo ha sido posible gracias a los recientes avances de la neurociencia. En La brújula del placer, David J. Linden nos explica los estudios que han desvelado cómo nuestros vicios, y también nuestras virtudes, activan los circuitos cerebrales del placer. Linden combina la ciencia más avanzada con amenas anécdotas para explicar cómo actúan y como pueden convertirse en compulsivas todo un abanico de conductas que nos hacen sentir placer.