Desde el momento en que el protagonista de La Botella de Bukowski sabe que su ídolo va a acudir a la televisión francesa, decide que hará cualquier cosa para conocerle. La búsqueda del encuentro con Bukowski le llevará a conocer un París que, en plena resaca de mayo del 68 y el hippismo, lucha por volver a encontrar su identidad. A través de los ojos de un chico de provincias que lucha por convertirse en escritor, la novela ofrece una visión directa y descarnada de las circunstancias que rodearon uno de los mayores escándalos de las letras francesas en los años 70: el plantón que un Bukowski totalmente borracho dio en directo a Bernard Pivot, el presentador de televisión más admirado del país. La Botella de Bukowski es una novela de iniciación repleta de referencias culturales, que mantiene una visión cáustica y pícara de la realidad, en la línea de novelistas como Hanif Kureishi o Paul Auster.