Empecé la lectura con la impresión de que esta era la novela peor valorada de China Miéville y al terminarla tengo que estar de acuerdo con ello, pero no me ha parecido mala es mas bien que las otras son muy buenas. Y no es que Miéville haya perdido su prodigiosa capacidad imaginativa, al contrario, pero por primera vez con el autor me ha resultado excesiva, hay tal cantidad de cosas raras, tantos conceptos que hay que asimilar, sumado a que el argumento no engancha demasiado han conseguido que la novela se me haga larga y pesada. Aunque no me ha convencido en su conjunto, sí lo ha hecho por partes, hay suficientes elementos para que los grandes fans de Miéville disfruten, sus grandes y locas ideas están ahí, hay momentos divertidos o alucinantes o terroríficos, lo mas normal que pasa es que una ardilla cobre en nueces por su trabajo.
hace 6 años