Koko es un mapa de sangre en Oriente. Es la firma de un asesino. Todos sus crímenes llevan el sello de una mente enajenada, pero también fría, calculadora, detenida en el filo helado de un cuchillo. Esa locura nació en Vietnam, en el escaso espacio vital disponible entre una bomba y otra, entre una emboscada y el silencio que sigue al estallido del napalm. Koko es la locura asentada cerebro que, a partir de entonces, sólo funciona para maquinar muertes. Cada crimen va firmado con su nombre en una carta. Las cuatro últimas cartas -el póker de la muerte- están destinadas a sus cuatro amigos. Tanto da que ellos se reúnan sólo para intentar que Koko recupere la cordura. En el último encuentro será la propia muerte quien reparta juego. Peter Straub ha forjado una novela estremecedora por su capacidad incisiva. Un sólo hombre asume en su venganza la locura colectiva de la humanidad, desgranada bomba tras bomba.