Con la intriga, el ritmo y la minuciosidad propias de un juicio ante un tribunal, el profesor Johnson, abogado especialista en lógica argumental, atrapa a los lectores a lo largo de las páginas de 'Juicio a Darwin', uno de los bestseller de no-ficción más exitosos en Estados Unidos en los últimos años. La evolución darvinista parece un gran buque de guerra que navega por el océano de la realidad. Sus flancos están fuertemente acorazados contra las críticas con barreras filosóficas, y sus puentes, repletos de poderosa artillería retórica, presta a disuadir a hipotéticos atacantes. En apariencia es tan inexpugnable como parecía serlo la Unión Soviética hace sólo treinta años. Pero en la nave se ha abierto una vía de agua metafísica, y los más perspicaces entre los oficiales del barco han empezado a percatarse de que toda la potencia de fuego del navío no podrá salvarlo si no se tapona la vía. Se harán, que duda puede haber, esfuerzos heroicos para mantenerlo a flote, y entre los posibles salvadores habrá quienes inviten a los oficiales a refugiarse en botes salvavidas electrónicos, equipados con equipos técnicamente punteros, como los sistemas auto-catalíticos o los modelos informáticos de autómatas autoorganizados. El espectáculo será fascinante, y la batalla durará largo tiempo. Pero al final, la realidad vencerá.