A trescientos kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico se encuentra una de las zonas más inhóspitas y remotas de la Tierra. Sin embargo, para el paleontólogo Evan Marshall y su equipo científico, este territorio ofrece una oportunidad única para estudiar los efectos del calentamiento global. No obstante, un descubrimiento asombroso cambiará el rumbo de su investigación: el grupo ha encontrado, en una cueva esculpida en un glaciar, un animal ancestral encapsulado en un gran bloque de hielo. Hasta allí viaja un equipo de filmación de una conocida cadena de televisión que va a retransmitir ese hallazgo y el intento de liberarlo. Pero todos han desoído las advertencias de los nativos del lugar. Los científicos comienzan a tallar el hielo para liberar el cadáver de este espécimen primitivo; poco a poco se dan cuenta de que no se trata de la especie que ellos suponían en un principio: es mucho más grande y muestra un aspecto aterradoramente feroz. Lo cierto es que no se corresponde con ningún animal extinguido y, además, se precipitaron al creer que estaba muerto.