Resumen

La oficial Dominika Egorova es un «gorrión», una especie de cortesana del espionaje, de la inteligencia de la Rusia postsoviética que deberá operar contra Nathaniel Nash, un joven y ambicioso agente de la CIA entrenado para infiltrarse en la inteligencia rusa. Pero ambos se enamorarán y pondrán en peligro sus carreras y la seguridad del topo más valioso de América. Buscando venganza contra sus desalmados jefes, Dominika será reclutada por la CIA y entrará en un perverso juego que desembocará en un clímax electrizante. En esta novela de Jason Matthews se basa la película del mismo nombre, protagonizada por Jennifer Lawrence.

3 Críticas de los lectores

7

Libro sobre espionaje que me ha gustado más de lo que esperaba en un principio. El escritor trabajó durante 33 años en la CIA y se nota en su escritura, dando credibilidad a la historia. Me ha gustado mucho que en todos los capítulos los personajes comen algo (muchas veces, platos típicos de distintas nacionalidades ya que la historia transcurre en varios países) y al final de cada capítulo te encuentras la receta de dicho plato, esto me ha parecido original.

hace 3 años
5

Agentes de la CIA, espionaje, seductoras y guaperas...a simple vista parece que va a prometer porque el argumento principal no tiene mala pinta, pero me ha parecido que no solo se ha pasado con la infinidad de personajes que ha metido el escritor sino que no están nada bien definidos y la historia se vuelve locura, eso claro, resta interés y se vuelve mucho menos ameno. No me ha gustado y tal vez no sea porque el tema en sí no me atrae sino por la manera de contarlo, esta ha sido mi primera experiencia con este escritor y será la última.

hace 6 años
4

Entretiene, sin más. Me desagradó especialmente que a lo largo de toda la obra se alimente el cliché de que los americanos son buenos y los rusos lo peor. Todos los personajes que trabajan para los estadounidenses son profesionales, buenos en su trabajo, con convicciones personales y ética, mientras que a los rusos y a los que trabajan para ellos se los pinta como maquiavélicos y carentes de toda ética, e incluso con traumas infantiles (como el caso de la senadora Boucher). Esta idea se deja entrever durante prácticamente toda la obra, por tramos de forma bastante explícita, haciendo dudar a veces de si se está leyendo una novela o un panfleto antirruso. De todas maneras, no creo que se pudiese esperar otra cosa de un antiguo agente de la CIA.

hace 6 años