Gracias a “Frida” de Benjamin Lacombe y Sebastiane Perez he descubierto a una gran mujer que apenas sabía nada: Frida Kahlo. Este álbum ilustrado comienza y termina en La Casa Azul: el hogar en el que Frida nació y murió y que, hoy, es un museo dedicado a su memoria. A los dieciocho años Frida sufrió un gravísimo accidente que le ocasionó terribles secuelas tanto físicas como psíquicas. Durante su larga convalecencia, encontró en la pintura una vía de escape al dolor, del que extrajo el complejo mundo que se refleja en sus obras. Pasó toda su vida luchando contra un terrible dolor físico que decenas de operaciones no consiguieron aliviar y que le obligó a pasar largas temporadas en completo reposo rodeada únicamente por los animales que tanto amaba. Diego de Rivera fue su gran amor. Les unían el afecto, el arte y los ideales revolucionarios de la época, pero también les distanciaban las continuas infidelidades. Se divorciaron y se volvieron a casar un año más tarde, pero bajo un acuerdo común: vidas sexuales separadas. A pesar de sus múltiples operaciones y de los consejos de sus médicos, Frida intentó ser madre. Tras varios abortos se convenció de que nunca podría tener hijos y un nuevo dolor se sumó a su vida. Los textos de Sebastiane y las ilustraciones de Lacombe reflejan a la perfección no sólo las tragedias a las que se enfrentó Frida sino también su increíble fuerza; la que le llevó a superar el dolor, la pérdida y a seguir viviendo la vida a sorbos hasta que su cuerpo no pudo más. Un libro fascinante por su protagonista y por su edición cuidada hasta el más mínimo detalle: cubiertas de tela e ilustraciones que reflejan a la perfección lo que los autores han narrado en el texto.
hace 6 años