Estupenda historia medieval, bien escrita, es entretenida y muy bien documentada. Es narrativa histórica, no ensayo histórico, pero respeta mucho los datos sin hacerse pesados. Muy recomendable para los que les gusta la novela histórica.
hace 3 añosLo llamaban Fierro. Y era mentira. La verdad era su pasado y el pasado, una condena que prefería olvidar. No tenía nada, ni siquiera futuro. Por eso vivía en la frontera, un pedazo incierto de tierra olvidado por todos, un lugar maldito donde moros y cristianos sembraban muerte a su antojo. Su único consuelo eran las colmenas. A ella, perdida en aquel amargo pasado, siempre le gustó la miel.Ahora ese pasado cabalga de nuevo hacia él; con la espada al cinto, dispuesto a atormentarlo. Una vez más. Y, cuando su antiguo compañero de armas lo encuentra, sabe que no tiene escapatoria. La guerra se cruza de nuevo en su camino. Se prepara la batalla más grande jamás contada y él marcará la ruta. Lo hará por una única razón: ella. Como antes, como siempre, él será el atajador de los ejércitos de Castilla. Y su única esperanza estará en manos de un enemigo…Ésta es la historia de un hombre; uno cansado, blasfemo y solitario. Un hombre acabado, sin esperanza y, pese a todo, un valiente. Un atajador en la frontera, en tiempos de la Reconquista. Recordarás su nombre.
Estupenda historia medieval, bien escrita, es entretenida y muy bien documentada. Es narrativa histórica, no ensayo histórico, pero respeta mucho los datos sin hacerse pesados. Muy recomendable para los que les gusta la novela histórica.
hace 3 añosLos personajes, incluido el protagonista, me han parecido un poco de cartón-piedra. El único capítulo que he disfrutado realmente, si es que la palabra disfrutar se puede aplicar a lo que ocurre, es en el que la mujer del protagonista muere. Ningún otro momento me ha removido ni un tanto las entrañas, ni el reencuentro con el chucho, ni la muerte del joven ingenuo, ni la consecución de la venganza... Cabe preguntarse por qué si el autor ha demostrado saber hacerlo, sin embargo no lo vuelve a conseguir en toda la novela. Yo lo achaco, en parte, a la estructura elegida. Los capítulos están divididos más en función del número de páginas que de otro criterio de modo que habitualmente se rompe la unidad episódica. Ésto funciona en el caso de haber tramas paralelas que se alternan, pero éste no es el caso donde el desarrollo es totalmente lineal. También abusa de empezar un capítulo con un resultado y volver atrás para ver como se ha llegado hasta ahí, cosa que está muy bien en las películas de Guy Ritchie, pero en una novela no creo que tenga mucho efecto, y menos si el truco se repite hasta la nausea.
hace 4 años