La obsesión por estar guapos y delgados constituye un terreno abonado para oportunistas que presentan dietas y un sinnúmero de aparatos que prometen perder kilos rápidamente y sin esfuerzo. Las más peligrosas son las dietas milagrosas de última generación, y los productos dietéticos que adelgazan peligrosamente; ambos carecen de fundamento científico y sus efectos suelen ser perniciosos para la salud. No existe una dieta milagrosa para reducir peso: la única dieta que vale es aquella que tiene como objetivo fundamental disminuir la ingestión de calorías y aumentar el desgaste de las mismas; en una palabra, se trata de crear hábitos sanos de alimentación que nos permitan comer de forma dietéticamente equilibrada y hacer un poco de ejercicio. Para ello, basta con, en ocasiones, limitarnos a modificar las cantidades de las recetas tradicionales y en otras sustituir los ingredientes por otros de menor aporte energético, etc. Una vez adquirido el hábito, como ocurre con todos los hábitos, nuestro sistema funcionará solo y ¡funcionará bien! Este libro nos muestra cómo descubrir y experimentar con recetas innovadoras que entren por los ojos y sean saludables y exquisitas a la vez, está a nuestro alcance. Con él, redescubriremos el placer de invitar a nuestros amigos teniendo la seguridad de brindarles algo diferente y, por qué no, quizás enseñarles una nueva forma de comer.