La novela tiene para mí dos partes diferenciadas: la primera se adapta más a los hechos históricos y la segunda es completamente literaria. Para permitir la transición entre una y otra el autor ha tenido que recurrir a la inclusión de nuevos personajes hacia la mitad de la trama y provocar giros inesperados con respecto a las trayectorias vitales de los personajes reales, de tal forma que el lector intuye esa ficción desde sus primeros compases. En este sentido la trama es más interesante para el lector de hechos históricos en su primera parte, y para el que gusta de lo detectivesco en la segunda parte.
Hechas estas aclaraciones, mi opinión personal es que abusa demasiado de la ficción, por lo que no se la puede describir como una novela histórica en su totalidad. Más bien se la puede definir como de misterio o policiaca.
El personaje de Collantes merece una serie detectivesca en sí mismo.
hace 6 años
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