A Matías Cortés no le importaba su escaño perdido tras las elecciones generales de 1982, su mayor frustración era la derrota sin paliativos sufrida por el Partido Comunista de España, con el voto útil de la izquierda hacia el partido socialista. Un año después, la noche del 17 de noviembre de 1983, el único alcalde comunista de capital de provincia en España, Julio Anguita, era secuestrado cuando salía del Ayuntamiento de Córdoba. ¿Qué sombra planeaba sobre el partido comunista?