Si abres el libro y saboreas el primer capítulo, no podrás soltarlo hasta el final. Una narrativa deliciosa, exquisita, delicada, soberbia... Una novela gótica victoriana muy bien documentada y ambientada. Gracias a las descripciones te metes de lleno en la historia y en la época muy fácilmente. Una lectura que te envuelve.
Conoceremos a los personajes inicialmente como si de un cuento se tratara, narrado en primera persona por su protagonista Charlotte, una mujer fuerte, independiente, y valiente, poco a poco nos adentraremos de su mano en el funcionamiento de los antiguos "psiquiátricos modernos" y como no, en los misterios que allí se ocultan y que no pasan desapercibidos para la joven que tratará por todos los medios de averiguar a pesar de poner en juego su propia vida.
La encuadran dentro de la novela negra, porque asesinatos hay, pero bajo mi punto de vista la catalogaría dentro de la novela gótica con muchos misterios y en ocasiones con ese suspense que no te llega la ropa al cuerpo, porque ¿a quién no le resultaría asfixiante imaginarse dentro de un hospital repleto de pasillos y pasadizos olvidados, donde ocurren "cosas"? Yo, desde luego, lejos de parecerme a la protagonista, habría salido de allí corriendo! La atmósfera lúgubre y agobiante está muy bien conseguida.
Una novela para disfrutarla pausadamente, especialmente recomendada para los aficionados a la novela gótica y para los amantes de las buenas lecturas.
Siendo esta la primera novela de Helena Montufo, una joven antropóloga de tan solo 25 años, admiradora de la época victoriana, no tengo más que quitarme el sombrero, no la perderé de vista, ¡chapó! (Silvia Rayón, 6 de junio de 2023)