Tras siete años apartado de la carretera, Driver regenta un próspero negocio que le permite vivir honradamente junto a su prometida Irene. El que había sido uno de los mejores especialistas de Hollywood de día y mercenario al volante para todo tipo de criminales de noche, quizá haya conseguido alejarse para siempre de un oficio que casi le costó la vida. Pero la tan codiciada paz se desmorona cuando Irene es brutalmente asesinada. Driver, ciego de ira, deberá afrontar su destino: conducir como el mismísimo diablo hasta vengar la muerte de quien tanto le había amado. Su nuevo socio, un Ford Farlane recién remozado, será su azote o su tumba.