Un libro diferente en tono a lo que nos tiene acostumbrados Verne, tiene un encanto especial que lo hace inolvidable

Es un libro de aventuras romanticón, caricaturesco y burlón; que narrativamente hablando se aleja un poco del habitual tono prototípico y visionario que caracteriza al autor. La búsqueda infructuosa y compleja de un fenómeno óptico que va más allá de una leyenda; llevará a los protagonistas a emprender un fantástico viaje por tierras escocesas. Las descripciones idílicas de esos parajes repletos de islas, cavernas, galerías y rutas; se entremezclarán con la participación estelar de un personaje femenino repleto de fuerza, temperamento y potencia. En resumidas cuentas: Una novela ligera en la que, por raro que lo parezca, Verne impone el humanismo sobre la ciencia.

Este libro de Jules Verne es un encanto. Es muy diferente de los demás porque por una vez se burla de la ciencia y antepone la poesia, la imaginación y el fantástico. La historia se pasa en Escocia, la joven Helena Campbell va en busca del rayo verde con sus dos tíos y cruzan el camino de Olivier Sinclair, un joven y romántico pintor francés. Hay que contar también con Aristobulus Ursiclos, el personaje científico que ridiculiza la ciencia y nos da aún más ganas de tomar partido por la poesia y la imaginación. Es una historia bastante previsible pero que se disfruta mucho. Lo recomiendo a todos los románticos y enamorados del fantástico.