Tras la Purificación, el mundo ha cambiado, y Morgan debe encontrar de nuevo su lugar en él.
Ha descubierto la verdad sobre su nacimiento y su destino, aunque a un precio altísimo: sus amigos han desaparecido y lleva en sus entrañas al hijo de su enemigo. Ahora, dividida entre su amor por el Rey Insurgente y el dolor de su traición, deberá recomponer las piezas de su corazón roto y enfrentarse al desafío más complicado
de su vida si quiere ser libre: destruir un reino y acabar con su soberano.
«¿Quieres destruirme? Te invito a intentarlo».