Michael Ignatieff analiza el nuevo imperio global, tanto desde el aspecto humanitario como imperial, y concluye que la comunidad internacional ha fracasado a la hora de involucrarse de una forma inteligente en los problemas de la reconstrucción nacional que sigue a las guerras u otras catástrofes. En la actualidad, el colapso del orden político mundial supone un serio peligro, al tiempo que emerge un nuevo orden internacional diseñado para acomodarse a los objetivos imperiales estadounidenses. Las organizaciones humanitarias se enfrentan al reto de evitar que sus programas queden subordinados a dichos intereses. Y, por muy evidente que sea que esa paz tan precaria se ha conseguido gracias a la fuerza militar norteamericana, plantea también el problema de la reconstrucción humanitaria, tal como ocurrió en Bosnia, Kosovo y Afganistán. Éste es el nuevo escenario geopolítico en el que habitamos y que debemos tratar de comprender. Los lúcidos y esclarecedores ensayos de este libro ilustran los fenómenos del colapso y el fracaso del Estado en diversas zonas especialmente vulnerables del mundo, así como el surgimiento gradual de un imperio humanitario liderado por Estados Unidos. Centrando su atención en los procesos de reconstrucción nacional en Bosnia, Kosovo y Afganistán, Ignatieff nos muestra cómo el poder militar estadounidense, la financiación europea y las motivaciones humanitarias se han combinado para dar lugar a un nuevo tipo de gobierno imperial propio de nuestra era posimperial. Basándose en su experiencia en zonas de guerra y con una extraordinaria descripción de la vida cotidiana en Afganistán, Ignatieff identifica los engaños que hacen tan difíciles los actos de solidaridad y se pregunta qué se puede hacer para conseguir que los miembros de sociedades devastadas por la guerra disfruten de un derecho esencial como es el de gobernarse a sí mismos.