Intriga y erudición a partes iguales y compensadas. El que quiera leer por entretenerse, lo logrará, y el que quiera conocer un poco la mentalidad medieval desde el primer latinazo que suelta Adso de Melk ("videmus nunc per speculum in aenigmate", perfectamente escogido para enmarcar el libro), también lo conseguirá.

Mi novela policíaca favorita. Porque en el fondo es eso: monje "Sherlock Holmes" que intenta descubrir asesino en abadía misteriosa. Pero claro, lo que la hace tan buena es precisamente todo lo demás: además de policíaca es una novela histórica, una lección de filosofía medieval, un fresco de usos y costumbres de la Edad Media, una reflexión sobre la religión y el conocimiento científico, ... Es una de las novelas más eruditas que he leído, superada tan solo por alguna otra del mismo autor (que después de ésta ya se empezó a hacer insoportable en su erudición). No sé si sonará algo friki, pero, ¡qué delicia esos interminables - y absurdos - debates filosóficos sobre si Cristo reía o no! Magnífica. Chema.

El volumen es proporcional a la calidad.

Un poco espeso, pero merece la pena.