"Lexman de estremeció, ocultó su cara entre las manos, y su mujer, rodeándole el hombro con un brazo protector, le murmuró algo al oído. Pronto se repuso, y continuó: - No estaba muerto del todo; le oí decir algo, pero no distinguí sus palabras. Corrí a la aldea, busqué al agente, se lo conté todo y retiraron el cadáver. - Entre usted, agente- dijo, y cuando el hombre hizo su aparición le habló: - Supongo que levantaría usted el cadáver con el mayor cuidado y recogería todo lo que hubiera en su inmediata vecindad. - Sí, señor, recogí su sombrero y su bastón , si es eso a lo que usted se refiere." (pág.39)