El mismo amor. Lucy Tait llevaba soñando con Blue McCoy desde la adolescencia. Ahora que el guapo integrante de la Marina estadounidense estaba de vuelta en la ciudad, Lucy se daba cuenta de que nada había cambiado, excepto que ella se había convertido en agente de policía y Blue estaba acusado de asesinato. A medida que la investigación se iba haciendo más profunda, lo mismo ocurría con su relación. Tenían que luchar juntos por el futuro de Blue antes de que ambos perdieran el corazón en el intento.
Otra forma de amar. Para Alan Francisco, Frisco, pertenecer a la unidad de Operaciones Especiales de la Armada era algo que definía su identidad. Una bala había puesto en peligro dicha existencia: ¿Cómo iba a entrar en combate si apenas podía caminar? No obstante, Frisco estaba empeñado en recuperarse por completo. Sin embargo, la inesperada aparición de su sobrina de cinco años le dejaba poco tiempo para otra cosa que no fuera cuidar de la pequeña. De niños sabía aún menos que de cómo recuperarse y vivir con sus heridas, pero no estaba dispuesto a aceptar la ayuda de su vecina Mia Summerton. Él no necesitaba la ayuda de nadie para cuidar de su sobrina, ni, desde luego, para enamorarse.