Esta autobiografía complementa a la célebre La danza de la realidad. En ella, el autor narra su encuentro con el maestro japonés Ejo Takata y su iniciación en el budismo zen y en la meditación. Dos prácticas que en verdad le fueron transmitidas por una serie de mujeres decisivas. Todas ellas -desde Leonora Carrington a Violeta Parra- aparecen fielmente retratadas en este libro.