Ramón, el hijo de un pescador asturiano, es uno de ellos. Su partida está llena de sentimientos enfrentados: por un lado, lamenta dejar atrás a Clara, la chica de buena familia de la que está enamorado y que le corresponde; por el otro, su espíritu aventurero le impulsa a buscar fortuna lejos de su hogar para así ser aceptado por los parientes de la muchacha.
La vida no es fácil en La Habana, y Ramón comprende enseguida que sus ilusiones son frágiles quimeras en esta nueva tierra que sabe a libertad y oportunidades, pero también a trabajo duro y tabaco. Será en el mundo de las tabaquerías donde encontrará su oportunidad, leyendo a los obreros al tiempo que estos retuercen las preciadas hojas. Mientras tanto, en la lejana Asturias, Clara se debate entre la lealtad hacia Ramón y las presiones para contraer un matrimonio de conveniencia con alguien a quien no ama.