Hace rato que no leo un libro que comience tan atrapante que no pueda soltarlo. Este empezó así, y aunque decae un poco alrededor del capítulo 20, unos pocos capítulos más adelante se vuelve a poner bueno. Me gustó la historia, y que esté narrado en forma diacrónica (un capítulo transcurre en la actualidad y tiene por protagonista a un fan de Sherlock Holmes; el siguiente transcurre en 1900 y el protagonista es Arthur Conan Doyle, y así se van alternando hasta terminar). Imperdible la nota del autor al final: parece mentira que el libro esté basado en un curiosísimo caso real. Al final, para mi gusto, le falta un poquito de cocción, pero no está mal. Como fan de Sherlock, creo que tiene todo lo que tiene que tener: misterio, citas del canon, referencias a lugares históricos y un poco de historia real. Quizás una persona que no sea fan de SH no lo disfrute tanto; hasta ahora todas las personas que conozco que lo leyeron amaron este libro, pero son fans del detective. Necesito un individuo de control, por lo menos, para asegurar que el libro merece la puntuación que le doy.
hace 8 años