En estas páginas, el autor desmenuza los problemas económicos –el endeudamiento exterior, la falta de liquidez, un euro mal concebido, el funcionamiento del mercado de trabajo, el sistema de pensiones, el intervencionismo de las autonomías en las cajas de ahorro… − plantea también los políticos y constitucionales −reformas que afectan a la independencia del poder judicial, al tribunal Constitucional, a la jefatura del Estado, a la organización territorial del Estado y a los partidos políticos, el mayor problema de la España actual, según el autor−, derivados de una Constitución que en su día fue la única posible para permitir el paso a la democracia pero que hoy, más de treinta años después, obliga a una «puesta al día».