Rosa Montero escribe de manera muy amena, muy disfrutable. Sin embargo esta historia no me atrapó. La primera mitad me gustó, la segunda me costó seguir leyendo porque me desesperaban las acciones y decisiones tontas de la protagonista. El final me parece que explica finalmente el sentido del libro: nuestras decisiones influyen en nuestra vida tanto como lo vivido en la infancia, pero siempre hay duda respecto al camino que tomaremos en el futuro y lo que resultará de ello. Interesante el paralelismo que entreteje con historias medievales.
hace 4 años