Todo secreto tiene su precio. Y toda promesa rota, su castigo. UN SECRETO DE LA INFANCIA. Los cuatro niños pedaleaban con todas sus fuerzas sin darse cuenta de que huían de sí mismos. Era un día agradable y soleado. El recuerdo del aire puro se convertiría, años después, en la constatación de sus pesadillas. UN JUEGO DE TRAMAS Y AMENAZAS. -No podemos contar nada- dijo Walter–. Este debe ser nuestro secreto. Y por primera vez en su vida, se sintió muy solo. -No es culpa mía -repitió para sí mismo-. No es culpa mía. ¿PODEMOS ESCAPAR DE LOS NIÑOS QUE FUIMOS? Muchos años después, alguien llamará a medianoche a la puerta de Walter. Todo secreto tiene un precio. Y toda promesa rota, un castigo. Es medianoche cuando alguien llama a la puerta de Walter. Se trata de Cormac, un viejo amigo que necesita desesperadamente su ayuda: han secuestrado a su mujer y la matarán si no paga un rescate de un millón de dólares. Walter intenta ayudar a Cormac, pero esa misma noche ocurre algo totalmente inesperado que hace que toda su vida salte por los aires. Walter se verá envuelto en un juego de trampas, sorpresas y amenazas cuya clave podría estar en algo que ocurrió mucho tiempo atrás, cuando los amigos tenían ocho años. Algo que prometieron no contar jamás a nadie.