Menos conocida que sus dos versiones cinematográficas, que en su época dieron mucho que hablar por la sensualidad de Lana Turner y la presencia de John Garfield en su primera adaptación de 1946, y por la tórrida escena de la cocina entre un joven Jack Nicholson y una atractiva Jessica Lange en su remake de 1981, la novela de James M. Cain es sin duda una obra maestra del género negro, que no sólo está a la altura de sus adaptaciones para la gran pantalla, sino que las supera. Imprescindible para amantes de ambientes en blanco y negro cargados de tensión y de humo de cigarrillos, lo dicho, obra maestra de la novela negra. (J.G.F.)
hace 14 años