Esta extensísima novela recorre más de tres siglos de historia en los cuales el bosque infinito primigenio que cubría el Nuevo Mundo se ha convertido, por la acción destructuva del hombre, en finito. Basada en dos sagas familiarices formadas a partir de dos emigrantes franceses en Nueva Francia (Canadá), los cientos de páginas simultánean la historia de unos, madereros, y otros, leñadores. Se hace difícil seguir el hilo de tantos personajes. También se alarga demasiado la defensa ecológica hasta perder fuerza por hacer la lectura farragosa y aburrida. Personalmente, hubiese preferido una historia más corta en el tiempo y en el número de páginas.
hace 4 años