Demasiado fantasioso como para ser una buena crónica periodística. Demasiado afán por pretender ser una crónica periodística como para resultar un buen libro de ficción. ¿Cuántas veces se puede ver sonreír por última vez a una prostituta? La respuesta lógica sería una, pero aquí pasa cada vez que el autor olvida que ya ha usado esa figura antes.
No es una historia real, aunque puede que esté basada en hechos reales, muy dramatizados. Un libro no muy largo en el que si quitas las referencias a Valerie Tasso e Isabel Pisano, la moralina del autor y una descarada autopromoción de su libro anterior, se queda en un relato de como engañó a un negro boxeador y proxeneta, otro sobre la trata de niñas sudamericanas que recuerda sospechosamente a un reportaje de investigación de una cadena rival, y el morbo del tema, ya sobresplotado por la prensa amarilla, de las famosas putas. Aunque al menos en este caso no da nombres para proteger la identidad de las famosas (¿Quién sería la presentadora y actriz sudamericana novia de Pepe Navarro a la que contrataban por el sexo anal? Me ha dejado con la intriga).
hace 4 años
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