En septiembre de 1977, la fotógrafa de prensa Guillermina Anglada recibe el encargo de realizar un discreto reportaje sobre un activista con numerosos alias, doble agente al servicio de la policía que, según parece, pretende introducirse en la organización terrorista ETA.
Pedro Mari Garabain, Kepa, empleado de banca e hijo de una familia donostiarra acomodada, lleva una plácida vida de soltero en San Sebastián e ignora por completo el peligroso torbellino por el cual va a precipitarse su vida a causa de una absurda confusión.
Donostia, además de una novela de intriga que trata de adentrarse en los vericuetos de la mente humana sometida a presión, quiere ser la expresión cautivada del autor ante la luz de un hermoso lugar, la Bella Easo.