Junto a Goethe, Nietzsche y Rilke, tres personalidades que prueban la existencia del "perpetuum mobile" en el ser humano, Heine es uno de los grandes clásicos alemanes que han hecho del viaje forma de vida y fuente de inspiración. De Heine se ha llegado a decir que sus viajes fueron su trabajo de campo literario. Quizás por eso, su vida fue un constante ir y venir por la geografía alemana, italiana, inglesa y francesa. Su peregrinación por las ciudades y paisajes europeos va a ser incesante: de su natal Düsseldorf al París en el que fallece, su vida será una sucesión de etapas y un continuo moverse en busca de inspiración, asentamiento social o salud. El enorme material literario que Heine puso bajo el título de «cuadros de viaje» comprende diversas obras independientes que se refieren a distintos destinos de sus numerosos viajes. Hemos seleccionado algunos de los cuadros que forman un conjunto compacto en su obra: el "Viaje al Harz" y los "cuadros" a los que dio el título "Italia". Se incluye además el ensayo "Los dioses en el exilio", unas reflexiones y variaciones sobre temas de mitología comparada que adopta formas innegables del relato y la leyenda.