Resumen

El Langui aprendió desde muy pronto que la vida no era fácil, pero que lamentarse tampoco llevaba a ninguna parte, que tras una caída solo quedaba el levantarse de nuevo y olvidar el miedo, y que el esfuerzo y la lucha del día a día, el saber y ser consciente de cómo es uno mismo o el disfrutar de una caña con  un amigo son los alicientes que te dan la felicidad. Un libro cañero y optimista.