Resumen

Invierno de 1845. Los integrantes de la Real Expedición Manterola-Guillemard se internan en la inexplorada Caldera de San Carlos, un gigantesco cráter volcánico apagado en la isla de Fernando Poo. Lo hacen en cumplimiento de la inquietante y extraña «Instrucción Reservada nº14» firmada por la reina. Otoño de 1622. El jesuita Páez, evangelizador en el legendario reino del Preste Juan, la actual Etiopía, redacta en su lecho de muerte una carta secreta para el general de la orden. En ella le desvela la increíble historia del Elá Abá Okiri, un niño que fue raptado por mercaderes de esclavos del Reino de Saba en una lejana isla del golfo de Guinea. Verano de 1986. Jorge Salvatierra prepara su último examen de la carrera en el edificio del antiguo Casino Militar de Madrid. Allí conocerá al pintoresco coronel Monistrol, su preparador, y al resto de los extraños habitantes del Casino, un destartalado grupo de septuagenarios que solo tienen un sueño: «Volver a Guinea». Únicamente Jorge, acompañado de Claire, será capaz de juntar todas las piezas del enigma, vencer todas las dificultades y de descubrir el secreto que desde hace siglos se esconde en las entrañas de un volcán apagado. No solo vas a leer una novela, vas a formar parte de una aventura

1 Críticas de los lectores

9

Si a alguien le dicen que va a leer no solo con gusto, sino con emoción, una historia en la que se mezcan la reina de Saba, una expedición del siglo XIX a África, la historia de un esclavo guineano y la de un opositor en el Madrid del 2002, igual se le escapa un gesto de incredulidad. Pero el autor consigue precisamente eso: la suspensión de la incredulidad. Dejamos de lado nuestros prejuicios, nuestra tendencia poner pegas y peros, y nos convertimos en cómplices, en protagonistas. Y eso es tan, pero que tan difícil…. Mis más sinceras enhorabuenas al autor. Porque si ya es un mérito haber alcanzado ese objetivo, en el caso de una novela de las calificadas “de aventuras”, el mérito es aún mayor. Porque no es nada fácil conjugar acción, emoción, ritmo, misterio e historia. Y es una gozada terminar una lectura con la sensación de que valíó, y mucho, la pena

hace 11 años