Trabajé durante años en una empresa del ramo de alimentación viviendo en primera personas las mismas situaciones absurdas que describe el libro. Mezclando ficción con realidad Xavier consigue un buen libro de humor. Mucha ironía y sarcasmo, humor al estilo de Groucho Marx o Faemino y Cansado, para reírse a carcajadas o sonreír tras la reflexión. Frases impagables, aforismos inventados, cuentos absurdos como el de la patata alcoholizada o la bandeja de pollo que permitió el arresto de Jack the Ripper más de un siglo después de que muriera - la descripción de los policías de Scotland Yard como lorailos que versionan en inglés la Verbena de la Paloma casi me hace caer de la silla - y crítica, mucha crítica a la sociedad, el poder y la industria de la comida. A destacar el capítulo que pretende explicar por qué no nos comemos a los niños y sobretodo el delirante dedicado a la Inedia, que parece absurdo pero te pones a buscar y los datos son cien por cien real. El libro más surrealista que he leído en años.
hace 3 años
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