Resumen

En ocasiones, las personas son víctimas de sus propios actos. Otras, simplemente lo son de la fatalidad. Como Guitou, cuya única culpa fue amar a una bella joven de origen argelino. Un amor que le llevó a estar en el sitio equivocado en el momento menos oportuno. A ver a quien no tendría que haber visto jamás. Fabio Montale abandonará su apacible retiro para buscarle, para averiguar el porqué de su absurda muerte. Pero en el curso de la investigación se verá inmerso en una compleja trama de mafias e integrismos que va dejando en el camino los cadáveres de su amigo Serge, del arquitecto Adrien Fabre, de Pavie… de demasiada gente. Y de fondo, como siempre, Marsella, sus calles, sus olores, sus sabores, omnipresente protagonista de un drama en el que resulta difícil precisar los límites entre el bien y el mal. Como en la vida misma.

1 Críticas de los lectores

4

Hasta la mitad, pasable. A partir de ahí, todo lo que gana en ambición, lo pierde en sentido hasta terminar de un modo bastante lamentable. Por el medio, para colmo, el autor va sembrando la narración de topicazos y algunas frases que merecían ser quemadas en la hoguera de lo banal.

hace 7 años