Jorge Fernández Díaz es un político de vocación y de raza. Barcelonés desde los tres años, aunque de raíces vallisoletanas y navarras, profundamente catalán y, por ende, español, empezó su carrera política como gobernador civil —el más joven de España— primero en Asturias y luego en Barcelona, donde vivió una angustiosa noche de tensión en el Liceo por una amenaza de bomba en la víspera de la inauguración del Mundial de fútbol de 1982. En los años siguientes, sobrevivió a la larga agonía y disolución final de sus dos primeros partidos, UCD y CDS, así como a los vaivenes de su militancia primero en Alianza Popular y luego en el Partido Popular. Bregado en todos los altos niveles de la Administración Pública, conoció la política municipal y autonómica, y aterrizó finalmente en la nacional, donde ejerció como secretario de Estado en varios ministerios y finalmente como ministro del Interior. Político de firmes convicciones políticas y también religiosas —relata en este libro el inicio de su proceso de conversión, en Las Vegas—, Jorge Fernández Díaz es un testigo de excepción de los últimos cuarenta años, cuyo testimonio es imprescindible para comprender y explicar el devenir de la política española y también la deriva catalana. Este es el vívido y fiel testimonio de los momentos estelares de sus cuatro décadas en la escena política española y catalana, que ha experimentado de primera mano y en primera fila.