Quizá la historia no es original: mujer de siglo XX viaja en el tiempo al siglo XVIII, donde se encuentra a un Highlander que quita el hipo. Pero la autora consigue darle un toque fresco, divertido, tierno, incluyendo las intrigas entre escoceses e ingleses de la época. Entretiene y hace pasar un buen rato. Tal vez las escenas entre Connor y Ginebra son un poco repetitivas, pero al ser cortas, se llevan bien. Con ganas de leer el siguiente.
hace 7 años