Como todo gran libro de memorias, esta AUTOBIOGRAFÍA –cuyo impresionante caudal de datos es canalizado por una estructura perfectamente trabada- no se agota en sus aspectos meramente informativos; «hay en ella –señala Carlos Mellizo, prologuista y traductor de la obra– otra dimensión menos obvia, más universal y profunda, que la eleva y enriquece». Por las páginas del volumen desfilan innumerables personajes que permiten reconstruir el panorama intelectual y político de Inglaterra en una época crucial de la moderna cultura europea. Pero es la historia del aprendizaje intelectual y de la formación moral de JOHN STUART MILL (1806-1873) el hilo narrativo que convierte a este «libro paradigmático» en un testimonio admirable. Defensor de las causas asociadas con «la mejora de la humanidad» y con la idea de progreso, Stuart Mill no sólo fue un gran intelectual, sino también lo que hoy llamaríamos un disidente.