Mariano José de Larra es una de las pocas figuras de la literatura española que no ha perdido actualidad a lo largo de los años. Las razones que han contribuido a ello, sin embargo, no han sido siempre literarias, y los tópicos sobre su persona y sobre sus escritos han impedido, a veces, el estudio profundo de su obra. Larra, no obstante, representa para la historia de la cultura española un papel mucho más fundamental que el que se deriva de la simplificación a que lo han reducido los tópicos. (...)El problema de España, como habían de reconocer muchos años después los hombres del 98, no era sólo un problema de gobierno y de política, sino de cultura, de incorporación o no a los modos e ideales de los pueblos en progreso. (...)Larra se convirtió en conciencia crítica de la intelectualidad.