El libro se inicia con dos historias paralelas que terminarán uniéndose al final, por un lado una joven hereda un apartamento en una lujosa zona de Londres que había pertenecido a su tía abuela, a la que no conocía y por otro uno de los porteros encargados de la seguridad y mantenimiento de los apartamentos empieza a escuchar sonidos extraños detrás de la puerta del apartamento 16, a pesar de que lleva vacio 50 años. Poco a poco ambos irán desvelando el oscuro secreto que se cierne sobre el apartamento 16. Lo que al principio comienza con buen ritmo y anima a su lectura deriva en una serie de detalles y explicaciones largas y aburridas, el miedo, la tensión y la intriga que se supone tiene este libro se viene abajo y para mi gusto comienza a ser pesado, aburrido y lento, me ha costado acabarlo, lo cierto es que me he llevado una enorme decepción.
hace 13 años