El donado hablador, es una novela picaresca perteneciente a la llamada etapa de desintegración del género; se publicó en dos partes en 1624 y 1626. Calificada como un verdadero retablo de figurillas, plagada de refranes y cuentecillos, su protagonista es en realidad un personaje ingenuo, casi un antipícaro, el cual aprovecha su servicio a un sinnúmero de amos para mostrarnos el que es su rasgo más característico: el de hablador impenitente. Mezclado con un cierto tono condescendiente ante ciertos oficios y teñido con una agresiva misoginia, el autor nos presenta un personaje cuyo objetivo esencial es la moralización de todo el que quiera escucharle.