He leído la novela original en dos ocasiones, y esta adaptación gráfica me ha parecido muy buena y fiel a ella.
Se trata de una distopía en la que el mundo está gobernado por el Gran Hermano y controlado por la Policía del Pensamiento. El protagonista es Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad reescribiendo la historia. Su “problema” es que, por muchos lavados de cerebro que reciba, él no olvida el pasado.
A pesar de que el formato gráfico implica una mayor brevedad y concisión en cuanto a la trama, en mi opinión es una adaptación excelente que plasma de manera escalofriante los elementos principales del texto original. Se describe perfectamente el mundo totalitario en el que vive Winston, así como sus reflexiones. Aparte de la portada, sólo se usan los colores blanco, negro y gris. Las viñetas son muy expresivas y transmiten magníficamente las ideas.
Ha sido una lectura muy interesante y que recomiendo. Me ha gustado mucho, además la historieta tiene entidad por sí sola, sin necesidad de haber leído la novela en la que se basa; aunque no dejaré de recomendar la obra de Orwell, imprescindible.