Empiezo a gritar con la fuerza de un ciclón que me arrastra hacia el vacío, con el miedo del que ya no teme a nada, con la ira de los que van a morir, de los que van a matar, con el grito desgarrador del que ha perdido la cordura. Ya no soy yo, soy una bestia, un animal salvaje, un depredador y el instinto de matar se apodera de mí, invade todo mi cuerpo, un sentimiento desconocido que no sabía que habitaba en mí y que ahora está vivo, solo quiero morir y solo quiero matar. Siento brazos que me agarran, que me sostienen, voces que me hablan, palabras que no entiendo, ya no veo, no oigo, no pienso, solo tengo un grito perpetuo y continuo en mi cabeza. Empiezo a sentir que pierdo el equilibrio, mi cuerpo está vencido. Nada es comparable al amor de una madre. Por su ferocidad. A Natalia, la protagonista de esta novela le arrebatan a su hijo en plena noche de su casa. ¿Que no haría una madre para recuperar a su hijo? ¿A que estaría dispuesta? ¿A matar? ¿A morir? El amor de esta madre pasa de la desesperación a la furia que la llevaran hasta la fuerza y el valor, para llegar a un final totalmente inesperado o tal vez totalmente esperado. Un thriller sicológico ambientado entre Santander y Los Picos de Europa que no dejará indiferente a nadie.